Al recoger los utensilios del desayuno para lavarlos vio de refilón el calendario colgado en la pared de la cocina. Cayó en la cuenta de que al día siguiente sería 1 de mayo.
Reencuentro
Francisco CastroDesde el 3º izquierdaEl invierno estaba presente y poderoso aún, dispuesto a quedarse y resistir hasta el final.
Una llamada después de Navidad
Francisco CastroDesde el 3º izquierdaGuardó las lágrimas y las convirtió en los cientos de poemas que siguió escribiendo para ella.
El sonido de la lluvia sobre la chatarra
Francisco CastroDesde el 3º izquierdaEs curioso el vínculo emocional que a veces se establece con algunas máquinas.
La herencia
Francisco CastroDesde el 3º izquierdaDespués de aguantar todo el tostón del reparto de bienes a una caterva interminable de sobrinos interesados y dispuestos a llevarse la mejor tajada, llegó el turno de Julián.
El primer paseo
Francisco CastroDesde el 3º izquierdaVolvió a olfatear la nueva ciudad para descubrir que seguía oliendo a lo mismo de siempre: hipocresía y egoísmo.
Un hanami tras la ventana
Francisco CastroDesde el 3º izquierdaEste silencio en la avenida, tan solo interrumpido por los drones de la policía con advertencias periódicas y los aplausos, caceroladas, toques de flauta y tamboril, bailes y el sinfín de ocurrencias de los ciudadanos para ahuyentar el miedo;
¿Distopía?
Francisco CastroDesde el 3º izquierdaJulián se puso la ropa de calle y Antístenes apareció con la correa en la boca. Iban a salir a investigar e intentar descubrir qué estaba pasando en la calle.
La educación en los tiempos de la insensatez
Francisco CastroDesde el 3º izquierdaÚltimamente dormía mal. Se aproximaban fechas en las que se cumplían aniversarios dolorosos para él. Prefería que pasaran esas fechas cuanto antes. A pesar de todo, amaba el invierno