Los griegos sabían muy bien que éramos piezas defectuosas desde el momento en que los dioses vertieron sus deseos y emociones en simples bestias.
Es imposible morir en el Himalaya
Teodoro GómezCruzando los límitesAquel cielo no terminaba en las profundidades fangosas del océano, sino que era una puerta abierta a un universo interminable.
Cuatro millones de Auroras
Teodoro GómezCruzando los límitesEn cuanto las vi en los pasadizos de la estación, me enamoré de ellas.
Un nuevo mundo
Teodoro GómezCruzando los límitesSe liberó de todas las emociones, dejó de ser el río y el mar para convertirse en el agua.
Divina
Teodoro GómezCruzando los límitesCuando estaba a punto de matarme le pregunté cuántas veces la habían violado y le dije que podía ayudarla.
Hierro lésbico, barro y carbón
Teodoro GómezCruzando los límitesUna tenía la sensación de que el paso del tiempo se debía a su evolución en las cámaras de los móviles.
El asteroide que nos hace libres
Teodoro GómezCruzando los límitesTodo lo que contiene el mundo es una creación de nuestros sentidos.
La encendida promesa del amanecer
Teodoro GómezCruzando los límitesCreo que hemos llegado a amarnos, si por amor entiendo la necesidad del uno por el otro.
Una vida entera en un instante
Teodoro GómezCruzando los límitesBarrio del Raval. Calle de Joaquín Costa. Se alquilan habitaciones cutres, con espejo en el techo, por horas.