Cuando por fin llega el ascensor, le miro el trasero por última vez.
El renacido
Lluís PlanellasExtravagancias“¡Macho, que ahora eres un pez!”, me dije asombrado. ¡Y no veas lo bien que nadaba! ¡Y lo fresquito que estaba!
Mi don especial
Lluís PlanellasExtravaganciasHe aquí un gilipollas engreído, dicho sea con el máximo respeto, pues ambos calificativos me parecen merecidos por igual.
El largo camino hacia la sabiduría
Lluís PlanellasExtravaganciasEl Maestro me dijo que acumulara mi esperma, pues ahí residía mi potencia creadora. Y yo, obediente, dejé de acostarme con mi novia.
Recursos humanos
Lluís PlanellasExtravaganciasEl flechazo fue instantáneo. De ahora en adelante, la que había sido mi mujer pasó a ser la madre de mi hijo.
Aquelarre ochentero
Lluís PlanellasExtravaganciasAunque mi abuelo es un tipo duro, el secuestrador era un hueso aún más duro de roer.
Coge aire y sopla
Lluís PlanellasExtravaganciasDudo que jamás vuelva a sentir tanto placer y de un modo tan continuado como esa noche.
¡Devuélveme mi espada!
Lluís PlanellasExtravagancias¿Cómo no vas a fiarte del tío que le cortó la cabeza a tu padre?
El baile de la noche de Halloween
Lluís PlanellasExtravaganciasAquella noche de Halloween era muy especial para mí. Defendía el “cubata de oro” al mejor disfraz, premio otorgado por la discoteca Insomnio con el patrocinio de una conocida marca de condones.