Pintora. Sola. La idea le deleitó más que el tercer aguardiente.
Los noventa y nueve nombres de Dios
Jaume MuñozSin timón y en el delirioDe Amos a Whitman.
No tengo respuesta
Jaume MuñozSin timón y en el deliriomi revolución / es de la caída al salto, / de serrín en los pies a fuego en el pelo, / de limón a rueda
Esto
Jaume MuñozSin timón y en el deliriosomos pobres pero tenemos
el regalo de la crisálida:
el tesoro de arroparnos
A ratos
Jaume MuñozSin timón y en el delirioa ratos / las flores más bonitas mueren
Hacia el exterior
Jaume MuñozSin timón y en el deliriouna vez hubo un lago
Fulgor blanco
Jaume MuñozSin timón y en el delirioDe la tiniebla un fulgor blanco.
Agarrando el aire
Jaume MuñozSin timón y en el delirioColgarse del tiempo.
Y si el atardecer
Jaume MuñozSin timón y en el deliriono acepte imitaciones, / la vida es esto