Sólo el frío y el fuego, grandes efes efectivas, aplacan el rasposo dolor del paladar.
Amalgamar
Cristina MirindaM de MirindaHago ovillos con los hilos de conversación que se desplazan, volanderos, cual fruto del vientre de una araña, amén.
Viruelas
Cristina MirindaM de MirindaHornear magdalenas normales (sin leche de coco, ni harina de almendra) en vetusto molde proustiano.
Revuelo
Cristina MirindaM de Mirinda¿Jugueteará este ser diminuto con la idea de que nos está pastoreando?
Envenenado
Cristina MirindaM de MirindaEnvenenado por un picor intenso y enervante, el perro, mi perro, se lame y rasca con ritmo obsesivo.
Verano, verano
Cristina MirindaM de MirindaPerdonen esta reflexión tan básica, es por el verano, por el verano.
Amarillo
Cristina MirindaM de MirindaSopla el viento amarillo de la primavera.
Lo inane
Cristina MirindaM de MirindaAsí son las culebrillas, las imposiciones clásicas de toda la vida de Dios, fíjate lo que te digo.
Persiste el velo
Cristina MirindaM de MirindaA pesar de mis esfuerzos, persiste el engaño encantador.