En lo que concierne a las relaciones amorosas creo que las mujeres tienen, de base, una pereza interior

Isla Naufragio

 

Consultorio

Señores de Isla Naufragio, soy un adolescente que está en esa edad de descubrimiento, sorpresa y constatación.

En nuestra educación obligatoria hemos asistido a clases de educación sexual y hemos aprendido la teoría tan necesaria para comprender las relaciones con el sexo opuesto, o sea, con las chicas, en mi caso, que también nos han enseñado el respeto a la orientación sexual y el respeto a la diferencia.

La cosa es que la teoría general no se corresponde con la práctica que nos encontramos mis amigos y yo en el día a día. Nos han enseñado que el hombre y la mujer somos iguales, ¿en el sexo también? Hace poco leí un libro de un escritor italiano que decía lo que he escrito en el título, que en las relaciones amorosas las mujeres tienen, de base, una pereza interior. ¿Es eso cierto? Si fuera así nos quitaría un peso de encima porque eso explicaría, en parte, la disfunción o la poca equivalencia en el deseo de unos y otras. ¡Que estamos todo el día dándole vueltas a lo mismo!

Y otra pregunta, ¿existe el sexo sin amor?, ¿es necesario amar a una chica para tener sexo? Porque amor significa que hay que conocerla y eso requiere mucho tiempo. Y amor también significa exclusión, si amas a una no puedes amar a las otras, y algo así, que puede parecer normal y razonable, choca con las pulsiones internas que tenemos a esta edad.

Este escritor italiano que les decía antes también escribió que “los adjetivos seducen, los sustantivos aburren”, ¿es ése el camino?, ¿hay que seducir con los adjetivos para conseguir con más rapidez estos fines que son las experiencias sexuales?

Algunos dirán que somos materialistas y que nuestros deseos son espurios, ¿por qué?, pregunto. Otro escritor italiano (ahora leo literatura italiana), (ya imaginarán porqué), escribió que “un hombre solo está en mala compañía”, o sea que el interés por estas cuestiones que manifiesto creo que es bueno para no estar solo y querer estar en buena compañía.

Y por último y resumiendo, por favor, díganme, ¿qué hay que hacer para poder amar libremente y no ser un canalla?

Pedro Soler, estudiante en ejercicio

 

Respuesta

Querido amigo en el naufragio que te espera, tus dudas y tus inquietudes son viejas y conocidas y eso no ha hecho que puedan responderse fácilmente. Tú y tus amigos buscáis el placer al menor coste, tanto en tiempo como en esfuerzo, y eso no siempre es posible y quizás tampoco deseable.

En nuestra cultura occidental las preguntas exigen respuestas claras y contundentes, pero eso no siempre es positivo porque no deja lugar a la doble interpretación y al razonamiento interior que la ambigüedad lleva implícita. Vamos a contestarte brevemente pero de forma elíptica para que tengas tiempo de reflexionar el tiempo suficiente.

Es cierto que la soledad no es buena compañía. En japonés, por ejemplo, la palabra “solo” contiene una idea de desesperación. Pero eso no puede justificarlo todo. Acuérdate del hielo raspado que en mi pueblo llamaban rascayú. El rascayú es hielo raspado con una especie de cepillo de metal que tiene un pequeño depósito donde se almacena el hielo. El hielo así raspado lo metían en un molde cónico de metal, le ponían un palito, lo comprimían bien y le añadían por encima jarabe de limón, fresa o lo que sea, y te lo servían como si fuera un polo. Lo malo del rascayú es que si lo sorbes te bebes el jarabe en un momento y lo que te queda es sólo hielo.

El rascayú en japonés se llama kakigori.

Comité de Respuestas de Isla Naufragio