Mata que nunca más te besen, el vacío irrellenable, los barrios feos, las cinco de la tarde, que te salven.
Vamos llegando a la muerte
Escribo con La Zurda A veces digo cosasA la muerte se puede llegar de muchas maneras. En mi familia las hemos probado casi todas.
Plumas
Escribo con La Zurda A veces digo cosasNo fue fácil tirarle de casa. Los almohadones eran todos suyos y deshacerme de ellos, soportar el hueco que dejaron en los rincones, en el sofá, en la cama, enfrente del televisor, no fue fácil.
¿Dónde vas a estar mejor que aquí?
Escribo con La Zurda A veces digo cosasTe mueres de curiosidad por comprobar si realmente existo. Existo. Estoy casi segura.
Carta a los Reyes Magos
Escribo con La Zurda A veces digo cosasMi madre nunca entendió que prefiriese pasar las horas muertas acariciando las plantas antes que a ella misma.
Monstruo cabezón y obcecado
Escribo con La Zurda A veces digo cosasEl caso es que le toco la cabeza y ya se me hace extraño. Como si estuviera usurpándole algo.
La negra Lola
Escribo con La Zurda A veces digo cosasCayó como del cielo; en realidad bajó en ascensor, pero ya sabéis cómo somos los poetas.
Qué asco de lucha de clases
Escribo con La Zurda A veces digo cosasQuiero misas de culo y en latín.
Dame pan
Escribo con La Zurda A veces digo cosasNunca en la vida, NUNCA, en mis casi setenta y cinco años me había pasado esto. No hay derecho.