Una palabra
es suficiente para mantener
la maldición
de un sueño.
Sobre puñados de ceniza,
ojalá
yo supiera
cómo construir
una jaula
alrededor del corazón,
muy lejos.
Yo también
necesité un lugar
para abrazarme
hasta que la herida
ensanchó
mi garganta.
Fotografía de la autora.