Aún así

Pneumas

 

 

Vamos

          como un pequeño roedor, hurgando a ras del suelo;
          casi reptando, como la sierpe, por entre la hojarasca;
          olisqueando, como el felino, aromas incisivos;
          escondiéndonos, como un lemur, de probadas inquietudes.

 

Vamos

          esculpiéndonos, como el termitero, para alzar nuestras distancias;
          cocinándonos, como en un guiso, para saborear las vísceras;
          espurgándonos, como bocas y uñas, para reivindicar nuestra simiedad;
          casi botando, como cuero hinchado, con el fin de escudriñar en distintas direcciones.

 

Vamos

          regresando, como viajeros, al comprobar las consonancias;
          volteando la mirada, como búhos, para recordar los pretéritos;
          encuclillándonos, como orates, si la dicha no nos es dada;
          aplastándonos, como enfombrados, cuando la tierra nos vomite sus elasticidades.

 

Vamos

          incoherentes, al maldecir nuestros latidos, como suicidas con párpados;
          despiadados, cuando nos dolemos del estómago, como ácidos horadantes;
          despistados, al rotar nuestras punteras, como danzantes giróvagos.

          Olvidados, agrisados, enturbiados y emborronados
          como bocetos rechazados.

 

Aún así, vamos.

 


Más artículos de El Desconsciente de Nicho

Ver todos los artículos de