Al sol
brilla el caramelo de su piel,
mitad mujer, mitad sueño.
Sus alegres ojos
se han vuelto opacos.
Una sonrisa de miel
nada en la tristeza.
Vestida de soledad,
olvidó que existe compañía.
Descalza y desnuda
deja versos en sus huellas
como único vestigio de su existencia.