Para ponerle serpentinas al recuerdo
busco el poema que hablaba de aquel mar.
pero, ¡ay!, el salitre en las postales…
Rima mal el rugir de motos de agua:
rotas las olas no saben declamar.
El verso muere ahogado en gasolina.
Ahora que es febrero, los poemas
hablan del blanco, de los cuerpos, del bogar…
Ahora que es febrero, no me acuerdo
de que nunca fue verano aquel agosto
de que era el mar, no nosotros, el que ardía.
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