Aunque quieran pintarte de colores,
decorar tu epidermis, perfumarte
y por más que pretendas enrollarte
no hay nadie que agradezca tus favores.
Es muy triste tu sino, viejo amigo,
tu cambio ha sido un tanto desgraciado,
de haber nacido un árbol enramado
en la taza terminas hecho un higo.
Nadie piensa cuán duro es tu trabajo,
que sufres, que te ahogas, no te escapas,
no tienes más salida, que te empapas
de todos los marrones de allí abajo!…
Hoy sueñas alcanzar tu nueva meta;
reciclarte en papel de servilleta.