Según nos acaban de informar, un sándwich vegetal ha sido introducido hace exactamente diez minutos en la cavidad bucal, en donde, tras ser masticado, las enzimas amilasas contenidas en la saliva han iniciado su degradación. A continuación se ha dirigido hacia la zona de la faringe introduciéndose en el esófago, que lo ha conducido a su ubicación actual, el estómago. En este instante está siendo atacado por los jugos gástricos que, en declaraciones de su portavoz (el ácido clorhídrico), han manifestado su intención de transformarlo en quimo. Fuentes fiables nos aseguran que, en el instante en que alcancen su objetivo, el quimo se trasladará al intestino delgado, en el cual se pondrá en contacto con la bilis y las secreciones pancreáticas que lo descompondrán en nutrientes esenciales. Estas mismas fuentes afirman que los nutrientes serán absorbidos en el propio intestino, en concreto en la zona del yeyuno e íleon. Según apuntan todos los indicios, la digestión finalizará en el intestino grueso, con la presencia de las bacterias de la flora. Una vez retirada el agua de los restos se espera la expulsión del sándwich vegetal, previsiblemente en forma de heces, en unas seis horas. Les mantendremos informados sobre el desenlace de este suceso.