Loa a la Barcelona muerta

Semana de difuntos



Loemos a los barrios muertos de Barcelona, la ciudad vendida.

Loemos por aquellos que monetizan el asco.

Loemos a esta cuidad diseccionada en estudios de arquitectura.

Loemos también a los urbanistas que segregan, amputan y gangrenan.

Loemos al puerto que trae a todos los virus que enferman esta ciudad.

Loemos esas playas en las que defecan y esas calles en las que vomitan.

Loemos todos hermanos por ese Borne expoliado y ese pasaje convertido en rambla de botellón.

Por ese Sant Antoni impersonal, loemos.

Por ese Sants imposible de habitar, loemos.

Loemos por ese Clot que tan cerca tiene ya a la parca.

Loemos mucho, mucho, por esa Gràcia resiliente, que se va necrosando poco a poco, de abajo hacia arriba, cada vez más arriba también la muerte.

Loemos la batalla como loamos la derrota con fotos en las redes.

Loemos a esta ciudad hermosa y terminal, sepultada entre obras inacabadas y proyectos para su mejor venta.

Esta ciudad que nunca llegará a ser habitada más que por niños demandantes, que solo saben exigir sin ofrecer nada, ni un abrazo, ni un afecto que no pase previamente por el cajero.

Este lugar que expolia a los de dentro y ofrece solo a los que vienen de fuera, pero un ratito.

Esta ciudad repudiada que te repudia y te repite una, y otra, y otra vez que no eres de aquí, ni lo serás nunca.

Esta ciudad ávida de amor que no sabe querer más que al dinero.

Esta ciudad fría, cada vez más gris, cada vez más triste y vacía. Loemos.

-Imagen Joan Vigó-