Me va a permitir una pequeña licencia, querido lector, por la cual únicamente habrá de abonar 99’99 € mensuales y yo le garantizo unos abdominales dignos de ser lucidos en sus redes sociales favoritas. En apenas trece años, sin mayor esfuerzo que deslizar la yema del dedo, será quien siempre quiso ser, sin edulcorantes y comiendo cuanto le plazca. Si usted tuvo, retuvo y retendrá. Donde quiera, cuando quiera y a su ritmo.
Aunque la aplicación está especialmente diseñada para una pantalla de más de diez pulgadas, con un pequeño suplemento de 0’99 € mensuales, también podrá llevarla en el teléfono móvil al contar con la posibilidad de la extraminiaturización. Como ve, el tamaño no importa. ¿Que se concede una pausa a orillas del Neva?, unos toquecitos en la pantalla y de vuelta al
Hermitage; ¿que se toma un receso en el Foro de Davos?, un paseo por la aplicación y a seguir arreglando el mundo. Pero, antes, arréglese, siguiendo el viejo lema cura te ipsum.
Cada vez más profesionales de todos los campos se adhieren a los principios de la salud estética. Esto, unido a la profunda transformación tecnológica, nos permite hoy en día mantener una mente sana en un cuerpo bello. ¿Cómo se logra esto? Muy sencillo: dejándose llevar por las tendencias. En este caso, no temerá quedarse atrás si lo que quiere es lucir un vientre plano como mandan los cánones; olvídese de la frustración y actúe mediante sencillos ejercicios. Sin esfuerzo. Su mente se lo agradecerá.
Figúrese cómo Bautista y Godofredo, mayordomo y chófer respectivamente, me alegran la vista cuando generosamente les invito a darse un chapuzón en la piscina cubierta de la living room del ala oeste.
Y si, con suerte, logra mejorar la salud de su organismo, miel sobre hojuelas everyday.