Berenguera Pla de Egozcue mantiene una estricta belleza mesopotámica y una actitud conspicua ante el acontecer. Es mujer de ideas fijas y no tolera el qué dirán. Suele ornamentarse sin muchas estridencias, pero con mucha eficacia. Colores, los de siempre. Donde Berenguera ocupa más horas es en el planchado de un pelo arisco, pero trabajado por los tiempos. Este color negro catafalco no se improvisa. Berenguera sabe que no todos los negros son iguales, la gama es vasta. Berengui opina que donde esté un Martini, que se quite la cocaína. No está nada segura de que la historia de la humanidad termine bien.
Fotografía subrepticia del autor