La Charca Literaria

El peso de la vida-bucle era tan arrollador, que empezó a provocar convulsiones en el sueño de Jacinto.

Era como unos zapatos de charol abriéndose paso entre la montaña de zapatillas de rebajas.

Recuerde siempre que sus lectores son hámsteres y usted es un fabricante de ruedas.

Ya fuera porque el impuesto de sucesiones divino ha de ser muy oneroso, o por algún otro motivo, el dios Padre empezó la historia por el final, la casa por el tejado; y nos dejó su finca en herencia mucho antes de morir.

En otra sala se encontraba el cielo de los buenistas. En un anillo de infinitas sillas enfrentadas.

El anuncio provocó una ola de estupefacción en todo el pueblo: ese embarazo no había sido consensuado ni cotejado con el calendario y mucho menos con la alcaldesa.