Si no fuera por mi tío, nunca habría venido al hospital; siempre me pareció una persona encantadora, lleno de bondad, generoso y afable.
Un asunto de arte
Javier HerreroEscalofríosNunca me retraté en ninguna de mis pinturas. Nunca lo hice ni lo haré jamás.
El caballero difuminado
Javier HerreroEscalofríosA medida que iba caminando, no sé si por efecto del aguacero o por alguna extraña distorsión de mi mirada con esa luz vespertina, tuve la sensación de que la figura de aquel hombre se iba disolviendo entre la lluvia.
La curva
Javier HerreroEscalofríos¡Qué mal rollo lo de la Virgi! La basca a veces se descontrola un poco con las tías, pero lo que hizo el tronco ese con ella es de delito.
Elasticidad
Javier HerreroEscalofríosPero no, tampoco es eso. No me siento sujeto a ningún punto, tengo el cuerpo libre, yendo y viniendo, estirándose y encogiéndose… sin aparente lógica.
El mar y el sueño
Javier HerreroEscalofríosLa repetición del sueño cada noche era casi absoluta. Pocos cambios había entre el de una noche y la siguiente, y el de esta con la del día después.
El reflejo
Javier HerreroEscalofríosJamás permitió ser fotografiado y si alguna vez le pillaron en alguna pose colectiva, siempre se negó a ver la imagen resultante en el papel.
Directísimo
Javier HerreroEscalofríos¡Caramba! Me deja usted sin palabras, caballero. Como presentador de un programa tan visto como Directísimo me han dicho de todo. Pero que no soy humano… ¡caramba! No sé qué decir. ¿Y por qué me acusa usted de no ser humano? La verdad, no sé cómo tomarme esto…
La cuenta atrás
Javier HerreroEscalofríosNadie de los que allí estaban, tanto espectadores como científicos, pudo explicar nunca lo que había sucedido.