Mirar por ti

Susurros a bocajarro


Mis pies de barro pintan niebla en tus besos.

Y yo pienso:

«si sé cómo me miras

sentiré firmes el suelo y tus labios.»

¿Y si calzo tus ojos en mis cuencas?

Un espejo. Igual que si te miro.


Busco a tientas los míos.

—Toma. Mira.

Prefieres tu ceguera.

Colocas la ofrenda en tu estante. Trofeos.

Canicas. Pupilas. Autómatas que siguen a tu sombra

y no pueden llorar. Secos,

se apagan.


Caerán los ojos míos al baúl en el que encierras

                                           a oscuras,

                                           todo lo que no brilla al contemplarte.


Ilustración: Herbert List