Tus muñecas

Amor anatómico

 

Articulación condílea

Llegados a este punto confieso:

si me fijo en tus manos

estaré perdida,

porque ahí

es donde me enamoro.

Así que tendré que recorrer primero con mis labios,

las muñecas que las sustentan.

Y además informo:

Una vez comience,

no podré evitar

rodearlas por mil besos.

Tendrás que avisarme

si es que quieres que pare.