(Simple repliegue de la piel que termina por un borde libre, semicircular)
Llegados a este punto confieso:
Te voy a morder
justo ahí.
Que es uno de mis entrantes preferidos.
Y además informo:
Como me dejas sin aliento
lo haré sin respirar.
Ahora bien.
No respondo
si le doy
rienda suelta
a mi lengua después.