Test de stress del sistema educativo

El martillo pneumático

 

Dado el gran número de imbéciles, de necios, de vagos y holgazanes, la turba de ociosos, canallas y sinvergüenzas y la abrumadora cifra de fracasados que encontramos en el panorama social, deducimos que el sistema educativo no funciona. Y por lo tanto se hace urgente someter el sistema educativo a un test de stress, similar al que han de pasar las entidades bancarias.

El análisis del sistema educativo tiene por objeto prever y evitar el número de individuos que, terminados sus estudios y gracias a los conocimientos adquiridos, quedan facultados para:

1) Redactar noticias tendenciosas y carentes de objetividad que sólo sirven a los intereses inconfesables de los grupos de presión.

2) Apañar expedientes para trasladar una empresa al país de las maravillas, abriendo allá y cerrando aquí y echado a la calle a todos los trabajadores de aquí para explotar a todos los de allá.

3) Realizar programas de televisión cutres, manipuladores, infames o humillantes para entretener al personal.

4) Diseñar aditivos químicos para que los alimentos sepan a golosina y se puedan vender más y más caros, aunque sean pura bazofia.

5) Elaborar planes urbanísticos para crear plusvalías a costa de la destrucción del paisaje y la degradación del medio natural.

6) Proyectar edificios caros, inútiles e ineficaces que sólo sirven para complacer la vanidad del diseñador o del cliente que le ha hecho el encargo.

7) Diseñar aparatejos inservibles, de tecnología punta y carísimos, orientados a  satisfacer unas necesidades que no tenemos.

8) Redactar sentencias injustas, picar pleitos, prevaricar, intervenir ad iudicum al servicio de causas deshonrosas y defender timadores de altos vuelos.

9) Diseñar estrategias de ingeniería financiera para la alteración del precio de las cosas, creación de burbujas especulativas, tráfico ilegal de capitales, migración de activos hacia paraísos fiscales, manipulación de cuentas y balances, etc.

En fin, confiamos gracias al test de stress aplicado al sistema educativo llegar a conocer, como mínimo, el número de granujas que obtendrán el carnet al acabar sus estudios.