En papel leemos narrativas, poemarios, ensayos, revistas, periódicos, presupuestos, contratos; también escribimos en hojas y libretas de papel; al mismo tiempo, leemos ebooks, periódicos y revistas digitales, escribimos textos en páginas Word, firmamos documentos por e-mail, rellenamos formularios digitalizados, tomamos notas en el móvil o en la tableta… La agenda digital sustituye cada vez más a la agenda de papel. Si antes guardábamos papeles y fotos en archivos que ocupaban un espacio físico, ahora los guardamos en carpetas del ordenador o en la nube. En los últimos tiempos vivimos más digitalizados y enfrascados en el debate de la cultura «sin papel».
Mark Kurlansky, en el libro Papel. Páginas a través de la historia (2021) recuerda que el papel contribuyó durante miles de años al desarrollo de la alfabetización, las religiones, la educación, los medios de comunicación, el comercio, el arte… El papel fue uno de los inventos fundamentales de la humanidad. Pero la realidad actual es que estamos ante una encrucijada histórica: poco a poco el papel va desapareciendo de nuestras vidas.
Enfrascado en ese debate de la cultura «sin papel», lo que me tiene más intrigado es qué sucederá cuando las tecnologías decidan sustituir también el papel higiénico en el futuro. Ahora mismo ese papel me parece insustituible; el día en que tenga un sustituto tecnológico será un acontecimiento universal. Los expertos en prospectiva dicen que hay que imaginar lo que ocurrirá en los próximos años para adaptar la mentalidad y la profesión a posibles evoluciones; cabe la posibilidad de que en el futuro existan paredes pintadas en el hogar que cambien de aspecto para estimular la energía vital, la felicidad o la calma; o azulejos de vídeo en el cuarto de baño para entretener a los niños y niñas; pero, en verdad, no me imagino el producto tecnológico que pudiera substituir al papel higiénico en el futuro; ¿quizás el smartphone?, ¡ay!, ¡no lo sé!, pero podría ocurrir, porque ese amuleto o rosario tecnológico lo usamos casi para todo y comparte con el papel higiénico un mismo gesto litúrgico: el deslizamiento.