Piérdete

Susurros a bocajarro

Párate un momento y mira atrás.
¿A dónde ibas?
En cada encrucijada te alejaste
de la señas que traías anotadas.

Esta equis en el plano que ocupan tus zapatos
es una de las 1.473 antítesis posibles
de cualquiera de tus tantos «quiero ser».

Qué bien que te des cuenta a medio trecho
con tiempo para ver pasar el tiempo
y saludarle
de mirar rota la brújula
y sonreírle.

Que tus puntos cardinales señalen lo que les plazca:
no extrañas lo perdido cuando estás desorientado,
no pierdes la esperanza aunque no encuentres el Norte.

Si mañana o pasado se te ocurre
que no valió la pena andar sin rumbo
pregunta por el mapa que perdiste:

verás que el camino señalado
sigue girando en círculos.

Fotografía de Susana Blasco