En La Charca, tenemos un jefe —un viejo malcarado e ignorante, como suelen ser todos los jefes— que se limita a poner los monises y a importunarnos con sus ideas de cacahuero. Ahora le ha dado porque publiquemos libros en papel. ¡La Charca Literaria en papel! Un regreso a las fuentes de la comunicación escrita: ¡el papiro! No contento con que hayamos cubierto los mil quinientos metros lisos de navegación virtual —llevamos casi cuatro años publicando dos textos diarios de literatura para tablets y smartphones— , ahora quiere que volvamos al papel. Se le ocurrió la idea antes del verano, nos citó en su despacho y logró metérnosla en la cabeza:
—¡Regresamos a las esencias! —dictaminó con voz cascajosa—. ¡Empiecen ustedes seleccionando los trabajos más lúcidos, los más cortitos y cáusticos que hayamos publicado! Ya saben, narrativa inquietante, poesía con chispa y opinión sin contraste, que de todo hay. Tras la selección, logren el beneplácito de los autores, reúnan el material y no vayan más allá de las doscientas páginas. ¡Eviten producir un libro gordo, de esos que nadie lee! Y no se preocupen por el dinero: he comprado un boleto del sorteo extraordinario de la ONCE. Si esto no sale bien, montaremos una colecta.
Lógicamente, alguien se fue de la lengua y ahora resulta que todo el mundo lo sabe. Pues bien, hagámoslo oficial: en breve aparecerá en el mercado una antología con los mejores trabajos de La Charca Literaria, una selección llevada a cabo por los editores de esta casa, con la participación de más de sesenta escritores. Se llamará Vida subacuática y contará con un prólogo de Isbel Sucunza —desde Barcelona— y un epílogo de Nacho Abad —desde Japón—. Más de ciento cincuenta artículos, libres e imprevisibles, al servicio del ego de sus creadores, que buscan ser leídos, y a mayor satisfacción de nuestros lectores, que también tenemos. ¡Nunca tantos escribieron para tan pocos! Y todo ello pensando en el goce de nuestro Jefe, que quiere incorporar la lectura de La Charca a sus hábitos analógicos. Debemos aclarar que cuando el Jefe habla de volver a las esencias se refiere a escribir con bolígrafo y cuartillas, desplazarse en tranvía, escuchar música en vinilos y masajearse el cutis con la loción más vigorosa de Floïd.
—¡Hay que gozar de las esencias mientras queden esencias! —concluyó su diatriba. Inmediatamente desapareció tras la cortina de terciopelo negro que separa sus aposentos de la redacción, y los editores nos pusimos a trabajar.
El resultado de tales esfuerzos lo tendrán en breve en sus manos (si es que optan por la compra virtual por internet), en algunas librerías seleccionadas (a partir de diciembre) y en las presentaciones en directo de la obra que realizaremos en las principales capitales españolas. La venta de Vida subacuática servirá para mantener abierta nuestra web, mejorar su servicio informático y cubrir los gastos de producción del citado libro. Por nuestra parte nos comprometemos a seguir publicando gratis a diario, sin ceder un ápice a la publicidad y garantizando siempre la libertad de nuestros autores. Bueno, los monises del Jefe también ayudan. Y el resultado de los sorteos de la ONCE.
Moraleja
Considerando lo anterior, trate de guiarse en lo sucesivo por las normas siguientes:
—Si quiere darle aire a La Charca y seguir beneficiándose de su oferta gratuita de narrativa, poesía y opinión, léanos y háganos llegar su apoyo.
—Hay diversas maneras de hacerlo: la primera es clicar al “me gusta” que hallarán al final de cada uno de nuestras textos. También pueden escribirnos a través del correo lacharcaliteraria@gmail.com
—Todavía más importante es comprar nuestro libro Vida subacuática y acogerse a alguna de las formas de mecenazgo que les ofrecemos, cada una de las cuales va acompañada de maravillosas recompensas, como los fanzines El Naufraguito, de nuestro colaborador Ceferino Galán; la plaquette Rue Vaneau, con poemas inéditos de Myriam Soteras; la edición limitada de la carta Morir de amor de La Charca Literaria Ediciones, los marcapáginas exclusivos y el Carnet de baño de La Charca Literaria, diseñados por Aleix Abellanet.
—Y si es usted un nadador con clase o una nadadora sincronizada, podrá acceder a la oferta especial de diez ejemplares de Vida subacuática para regalar a los amigos, y recibir, además, uno de nuestros libros intervenido por la artista Lolita Lagarto, que también es de la casa. Cada ejemplar será único, realizado artesanalmente por Lolita Lagarto para nuestros subscriptores.
Atentos, pues, a la aparición en breve de la campaña de mecenazgo de Vida subacuática. Saludos del editor Nicanor desde La Charca. ¡Croac!