Don Luís Bancafeta entretiene sus vaguedades y sus desvaríos mediante un veguero predestinado que le regaló la criada de los señores Totvol en un descuido de la Ferruginosa. El peinado, como el del jefe: el grisáceo justo. Una indescifrable chaqueta cubre una orondez ganada a pulso de favores, mandados y servicios a la patria. Don Luis ha decidido salir de los mercados del poder y de la vanidad sensual. Don Luis Bancafeta es un perfecto carcamal.