Los hombres empezaron a gritar

De los hombres



Y los hombres empezaron a gritar. 

Empezaron a gritar tan fuerte, que dejaron de escucharse. 

Gritaron tanto los hombres, que dejaron de saber lo que se decían 

incluso a sí mismos. 

Gritaron tanto y tan fuerte los hombres 

que perdieron la cabeza y el corazón entero. 

Y olvidaron por qué gritaban. 

Y olvidaron que eran hombres. 

Perdieron el aliento los hombres 

y quedaron tan exhaustos los hombres todos 

que no volvieron a saber cómo hablarse nunca más.