No regresará la paz
si no admito la derrota
*
Quien quiera mirar, que mire,
que ría el que lo desee y llore quien se emocione,
que no ha de cambiar mi vida ni me dará soluciones
que ande cerrando ventanas a traidores ni a ladrones.
Ya no me queda en el alma nada digno de robar,
así es que pasen y vean y al tiempo que se pasean
recojan alguna lágrima que rebaje este caudal
que me llega hasta la boca y no puedo respirar.