Gimnasios, supermercados y túneles de lavado

Greguerías del siglo XXI


Los supermercados están repletos de funcionarios de prisiones frustrados, revisando pasillo por pasillo en busca de parejas a la fuga.

Los túneles de lavado son rituales de Rebirthing para automóviles.

La factura de la luz está a años luz de mi poder adquisitivo.

Las cabinas telefónicas eran los confesionarios de la juventud de antaño.

Llegó al gimnasio, levantó una vez una pesa de medio kilo, y luego se fue. Decía que era un ejercicio de humildad.

Atravesamos el túnel de lavado encogidos en nuestro coche, aterrorizados por si en cualquier momento aparece la bruja.

A más rápida es la comida, más lenta es la digestión.

Preferimos leer las necrológicas antes que leer nuestro saldo o nuestra última analítica.

¿A partir de cuántos artículos no debo ceder mi turno en la cola del supermercado?

Las cintas de correr de los gimnasios afilan las zapatillas de los corredores.