Fulgor blanco

Sin timón y en el delirio

Obra de Nathalie Karagiannis


de la tiniebla un fulgor blanco,

que nos desvela

que ya ningún mes es el más cruel


toda la búsqueda de solidez

se agota

como un martillo golpeando el aire


desaparece el destino,

el hoyo, el enemigo


ya no la civilización

y sus espejismos y sortijas;

seguir adelante

enlazando pararrayos

aumentando las diez mil cosas


almas isla, formas

sin límite ni dimensión,

nos reconocemos

como habitantes de la nada


cuando ya no hay línea hacia,

cuando es interna toda narrativa,

el principio y el fin

se dan la mano en nosotros


aprendemos a envolver

el todo con el pulso,

el magnético acercarse de lo incorpóreo


un paisaje tan despejado

con tanta posibilidad de ser:

nada más fértil que el vacío


así viviremos,

esencia, gota

despuntando durante un día

en el mar claro de lo eterno



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