Conocer a las personas en el lugar equivocado
crea expectativas que nunca se cumplen.
*
Allí estabas tú
con el mar invasor asomado a tus ojos
implorando mi ser.
No supe interpretar que fueses tan visible.
Tarde me percaté de que desencajabas;
un rayo de sol en la noche.
Suavemente me vestiste de luz y me hallé en el día.
Ahí no era yo, ni estaba yo.
Ahí eras tú y estabas tú.
Sin espacio a un nosotros.
Y renuncié a no poder volver a ser feliz.