El legado

El martillo pneumático


No exigimos al cielo que dé explicaciones de nada, ni que justifique la intensidad de su azul; tampoco las nubes explican cómo se amontonan, ni siquiera nos dicen si fue Zeus quien las puso así.

Algún manierista florentino acumuló las nubes a modo de trampantojo creyendo imitar a la Naturaleza.

Cuando nos preguntamos qué significa una obra de arte, estamos reduciendo su capacidad de comunicación a la mitad, a la mitad por lo menos. Hacemos caso omiso del aspecto formal y sólo parece que nos interese el argumento.

Ha sido el arte quien ha escrutado los mundos primordiales, ha planteado el orden de la noche y de las sílabas, ha lanzado su mirada sobre el progreso de las llamas, ha medido la altura del vuelo de la alondra y ha mostrado, en fin, la huella más o menos vacía del hombre.

Estas presencias naturales son así. Son como son, transidas de datos, con sus contenidos dibujados; porque así fue como el arte nos transmitió su legado.