Diez consejos vitales para un funeral

Semana de difuntos

No es buena idea contratar a un mago para el funeral y que haga el número de serrar el ataúd.

No es recomendable en un funeral hacer una ceremonia católica; en cualquier momento podrían llevarse al cura detenido.

Que los ataúdes no se abren desde dentro se descubre demasiado tarde.

No es buena idea dar una consumición con la entrada del velatorio; la bebida siempre se derrama en el lugar más inapropiado.

Es muy incómodo que los familiares y amigos se despidan del difunto y se queden un ratito más.

Siempre hay que llegar a tiempo al funeral, aunque ya no se pueda hacer nada para salvar la vida del difunto.

Los familiares piensan que es abrumador ver maquillado al difunto porque parece que esté vivo. ¿Y no sería más abrumador maquillarle para que parezca un muerto?

No es recomendable asistir ebrio a un velatorio, es muy fácil confundir el ataúd abierto con un piano de cola.

Nota publicitaria: El maquillaje permanente, permanente, es el del tanatorio.

Y, por último, recuerden que el funeral es el único evento en el que el éxito es entrar bien de ánimo y salir fatal.