Cuentos breves de terror (3)

Semana de difuntos


Crimen en la Noche de Difuntos, por Jordi Balcells 

La mujer murió de un infarto y en el Día de Difuntos Edward encontró, pegada en la lápida del nicho, una nota de su cuñada Lilith: «No vengas más a verla, maltratador y machista de mierda».
Enojado, arrancó la nota y murmuró: ¡Lilith, mañana saco las cenizas del nicho y las tiro por el wáter! ¡Se acabaron los Días de Difuntos con tu hermana!
Y se fue del cementerio maquinando cómo infligir esa noche un daño aún mayor a la hermana gemela de su difunta mujer. 


Sin corazón, abierto a la noche de la cara oscura, por Frank G. Rubio

Noche de fondo y hielo en las conexiones, drenando lo Real desde la búsqueda del
conocimiento histórico contra fáctico… ¿Qué son 80 palabras si no son capaces de arrancar tu corazón de la caja torácica sin el concurso rígido de la obsidiana?, se preguntaba en su sueño escarlata el oficiante automático suplente, recién traído a la vida en el laboratorio lunar de Robótica, del Instituto Arqueológico de Simulaciones…


Visita, por Jaume Muñoz

Cuando Ernesto salió de casa para visitar el cementerio, ignoraba cómo iba a terminar su día. Después de una hora de camino lento y meditabundo, lo recibió el silencio del camposanto. No había nadie. Las puertas del mausoleo estaban abiertas. Como cada domingo, día de renovar las flores. De repente, un grito resonó entre las tumbas. Ernesto echó a correr en alguna dirección, buscando algo, quizás huyendo. Y antes de caer en la fosa abierta, le pareció vislumbrar el rostro de su padre.