Cero, a la izquierda, cero
el gato de Polanski
se pudre en el ropero.
Cero, cero a la izquierda
como el gato de Polanski
me convierto en mierda
como el gato
algo solo para pasar el rato.
Sé que soy tan solo un cero a la izquierda
sé que soy tan solo esa pobre lerda
que limpia tus zapatos y friega tu cocina
mientras tú me la pegas con la vecina.
Sé que para ti yo siempre he sido
aunque por «a» comienza mi apellido
el último nombre de tu libreta
en el último lugar de la letra zeta
el garbanzo negro de tu cocido
una desarticulada marioneta.
O sea nada
una maceta
un plumero
una ensaimada
una tarjeta
un babero
o sea nada.
Cero, a la izquierda, cero
el gato de Polanski
se pudre en el ropero.
Cero, cero a la izquierda
como el gato de Polanski
me convierto en mierda
como el gato…
Soy el último mono de tu zoológico
un simple experimento fisiológico
la tonta del harén que se tiene de retén
por si falla alguna de las otras cien.
Sé que para ti yo siempre he sido
una sombra en un rincón perdido,
la foto olvidada en tu maleta
el céntimo inútil de una peseta
poso de café ya consumido
una desbaratada bicicleta.
O sea nada
una etiqueta
un perchero
una pomada
una peineta
un lapicero
o sea nada.
Cero…
La canción «Cero a la izquierda» apareció en el álbum «Taquicardia» (1984), quizá el más ambicioso, sofisticado y, también, amargo de la historia de Vainica Doble.