La Charca Literaria

se ha descubierto / un abrupto/ y recién nacido viejo

Un oscuro áspid ingenioso
se oculta tras eternos copos
de caótica deslealtad.

Tenéis que alzar / vuestro labio leporino / hasta que la nuez / roce la rodilla derecha.

Por fin estamos, / por tanto, en una forma que, / por consiguiente, nos lleva, / por dios, a un estado
pordiosero e inútil

Sonaba Bach en los altavoces.
Mientras tanto, ella se disolvía
por el desagüe del fregadero…

Balbuceó palabras ininteligibles y el mundo dormido se entusiasmó con lo que no comprendía.

El miedo… ese gusano que carcome y espuma balbuceos en mi miserable dicción…

Medita hasta qué punto
esas volubles incisiones
se parecen a tus pesares.

Sin preocuparnos por si podíamos ser observados…