Nadie sabe muy bien cómo llegó a la población de San Ferriol d’Entremón un joven Archibaldo nacido en Badalona quien, con unos veinte años recién cumplidos, aparece en la fotografía del archivo municipal como ganador de los Juegos Florales locales de 1921. En color sepia, posa con una sonrisa promiscua entre el alcalde Joan Ayxalà y el rector, Florenci Matabosch. Del poema ganador solo conocemos su título: Floreixan, encesas y verticalas, las rosas de ton somriure pubescent.
El lector analítico sospechará enseguida de la moralidad de un poema que ostenta este título, pero hay que recordar que estamos en 1921 y no podemos cometer anacronismo. Entonces no solo fue premiado sino también muy celebrado. Y celebrado y difundido por el propio rector de la parroquia, quien lo reprodujo en la hoja dominical, tristemente extraviada.
Se sabe que Archibaldo se instaló en el pueblo, en donde desarrolló una buena carrera vital. En 1927 se casó con Ermessenda Despuig Batallé, mujer desdichada cuyo cadáver apareció en el pozo de la Font de les Animetes en 1931. Toda la comunidad arropó al pobre viudo, el cual dos años más tarde contrajo nupcias con Edelmira Castany Capsigrany. Edelmira navegó por el Torrent Animós una vez estrenada de muerta, y de nuevo todo el pueblo expresó su condolencia y su pesar al por segunda vez viudo, que tardó año y medio en contraer terceras nupcias con la malograda Enriqueta Cabestany Soldevila. Enriqueta, como los lectores atentos habrán intuido, apareció flotando en l’Estany de les Llums tras siete meses de matrimonio con nuestro poeta. Esta vez, sin embargo, el pueblo de San Ferriol fue menos indulgente. El alcalde hizo llamar al subinspector Gonçal Berceu, de la prefectura de Gerona. Hay que reportar que la madre de Enriqueta, Florentina Soldevila, era por entonces la hacendada con más patrimonio y más reses de toda la comarca.
Archibaldo reaccionó de un modo inesperado a la acusación de asesinato, y lo atribuyó a su condición de poeta maldito. Por lo visto (aunque no se conserva prueba documental alguna), Archibaldo publicó el poemario Obscuras son las ánimas, obscurs els dessitxos en 1932, libro que el rector de la parroquial le reprochó por inmoral. En una Hoja Dominical de noviembre de 1933, el ministro de Dios escribió, en verso (!):
Fillet de Déu, mon Archibal
vegila perquè ¡no tot s’hi val!
Me sembla que volent ser un poeta maudit
tindràs de nostro bon Déu el neguit.
El policía Berceu, tras una investigación bien reportada, decidió acusar a Archibaldo de la muerte de Enriqueta. Sin embargo, Archibaldo le dio esquinazo al detective de un modo tan sorprendente como audaz: una mañana de verano se fue hasta el registro civil de Sant Joan de Boixalleu vestido de mujer y se registró con el nombre de Clitoremnestra (sic) Matarraña. El juez de Girona, ante la evidencia de que Archibaldo era mujer y por consiguiente no pudo haber contraído matrimonio con Enriqueta, y por lógica no pudo haberla asesinado, reprendió severamente al policía Gonçal Berceu por su investigación tan lamentable y deficiente y, para escarmiento público, le mandó a la Isla de Fernando Poo en calidad de Supervisor Adjunto a la Unidad de Agrimensores Coloniales. Gonçal se suicidó en el vapor Marquesa de Comillas que le llevaba a la colonia, lanzándose al agua en plena tormenta, en la latitud de las Islas Afortunadas. Jamás hallaron su cuerpo.
Mientras tanto, en Sant Ferriol d’Entremón, Clitoremnestra se desposó con Responsori Matabosch, sobrino del rector. Vivieron juntos y felices hasta su muerte a los 90 y 92 años respectivamente. Clitoremnestra jamás publicó poemario alguno, aunque Responsori, en 1973, autoeditó un libelo medio en prosa medio en verso, titulado De Déu el despit, texto oscuro y críptico de muy difícil comprensión. Jordi Castellanos lo cita sin amor en su Poesia catalana novedosa i jovenívola de principis del XX, una anàlisi nacional, crítica i circumspecta (Barcelona, 1992).