cuando
no había paraguas
y la lluvia
no quería ser lluvia
sino llovizna frágil
en el pelo de la tarde
donde
los enamorados
recogen
todas las caricias
pensadas en el día
para repartirlas
así quería ser
y luego
empapadora
de esquinas
borrachos
y poetas
para después
buscar
en el ocaso
ventanal y piano
donde danza
aún
la mano blanca
la blusa
y la puntilla
de la dama antigua
así quería ser
cuando no había paraguas