Camino de soslayo por el vértice
de una sociedad que se derrumba
busco atajos
y una puerta
para huir
aunque sea
detrás de algún presagio
En algunas esquinas el olor a reyerta
supera el deseo del matar por matar
y cuando la madrugada se apaga
los amaneceres rotos
gestan nuevas afrentas
otras calamidades
Las madres no esperan ya a sus hijos
ni tan siquiera les rezan
en la deshonra de la idea
se los arrancaron del vientre
quedando poca lumbre en sus adentros
No solo se conforman con robarnos el presente
nos llenan el futuro de trampas sin esencias
en el que la escasez y el frío
nos acecha y acorrala
nos dicen que no hay
abrigos para todos
Y en ese vértice permanezco
sin carne y sin palabras
a la intemperie de los que nos ahogan
a la espera de que un rayo nos atraviese
de que la manzana se pudra
de que las ramas
se sequen.