A veces se me olvida que existe la distancia
y todo cuanto amé está dentro de mí.
*
El Sur me atrapa en el sonido de la fuente
y se agrieta mi corteza de Norte.
Sabia densa y pegajosa rezuman mis sentidos;
un rayo me endereza,
saco pecho y ¡me siento entera!
Entonces puedo con todo;
con tu pena, con su rabia,
con el frío de los pies desnudos
y con la cruz que me cosí a la espalda.
Me remango las lágrimas
y sacudo un taconeo para entrar en calor.
Qué fuerza me mandan las raíces,
qué sonrisa dibujan en mi alma,
cómo esconde el dolor en sus lunares
y ¡qué bien me sienta comerme las letras!