Dar pasos de plomo por el alto lomo del Chimborazo, que al Everest en metros supera; sorprenderse del avieso ánimo circulatorio de los camioneros, pilotos atroces con los que compartir asfaltos ardientes; cuadrar calendarios con familias políticas más próximas que la propia; buscar estudios comparativos de la OCU sobre abrasivos líquidos contra las verrugas planas; desgastar cielos rurales de tanto relamerlos con los ojos del miope a punto de convertirse en usuario de coloridas lentes bifocales; masticar por vez primera flores de romero, punzantes y rebosantes de color PANTONE 17-3938 Very Peri; hornear magdalenas normales (sin leche de coco, ni harina de almendra) en vetusto molde proustiano; desear que me enseñen técnicas pictóricas y de alfarería; dar pasos hacia adelante, con ganas…todo esto me infecta. A la vejez, viruelas. Seguiré contando.
Más artículos de Mirinda Cristina
- Alcances18-11-2024
- Bodegón otoñal16-10-2024
- Tejas27-09-2024
- De viaje14-05-2024
- El grito excluyente15-04-2024
- Plaza13-03-2024
- Omnia vincit amor19-02-2024
- Dulce, dulce, dulce Navidad22-12-2023
- Suaves mantas, feliz Navidad12-12-2023
Ver todos los artículos de Mirinda Cristina