Dicen que salió a la calle soñando, y fue apedreado.
Alguien había dicho: «Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra», y eso hicieron, tiraron la primera piedra y la segunda, la tercera y la cuarta y todas las demás, hasta que se desplomó, apedreado en medio de la calle.
Dicen algunos que no tenía que haber salido a la calle de esta manera, soñando. Que es peligroso soñar así en la vía pública. Pero las piedras ya habían sido arrojadas.