Osos, tejados, partituras…

Cuentos mínimos




Construir un Oso y quedarse dentro, sobre todo en invierno. 

Cabalgar durante horas por los tejados de la ciudad, mejor de noche, para despertar los sueños de quienes solo duermen. 

Escribir partituras en el cielo y tocarlas luego, muy bajito. 

Abrir mucho los ojos y verte a ti. Verte a ti mismo un poquito más allá, feliz. 

Recoger ideas, todas las ideas en una misma bolsa, para esparcirlas otra vez mezcladas bien. 

Liarte un viaje a la cabeza, envolverte la cabeza entera dentro y vivir.