Las lágrimas

El martillo pneumático

 

Las lágrimas de Boabdil son jugos románticos. El rey moro lloraba por aquello que había perdido. Ya no sentirá jamás ningún goce por Granada. A sus pies, su madre derramaba unas lágrimas de dolor que eran, al mismo tiempo, sollozos de egoísmo y lamento por haber perdido la joya más preciada.

El llanto romántico es doloroso, es interesado, es thánatos.

El llanto racional es estético y alejado de toda bestialidad, es Eros. Es como las lágrimas derramadas por uno de los últimos Medici en 1705 cuando confesaba que había llorado escuchando el Oratorio de San Felipe Neri de Alessandro Scarlatti. Aquello fue un llanto reflexivo que nacía de la razón, era un suspiro intelectual.