Inapetente

Ráfagas



—¡Ay, que me la como! ¡Ay, que me la como! —decía mi mujer, y ha sido sacar a la niña del horno y se le ha revuelto el estómago entre los llantos y los gritos y los golpes.

____________________________________________________________

Ilustración: Aleksandra Waliszewska


Más artículos de Eximeno Santiago

Ver todos los artículos de