Fes,
amigos
y amigos
y amigos
en la galería
de paredes
con nombre
y apellido
pasillos
de pieles
y jirones
de hambre,
estanterías
cargadas
de súplicas
de bronce,
penas
de percusión
ante el paso lento
del cuenco
de mano
y cola
té
de abejas
en la bandeja
hedor
de piel
de oveja
en el patio
y sal
y sudor
y casas enanas
y montañas
de cal
y lana
y tejados
tejiendo
telas
sobre cañas
de toldo,
donde
se abrió
el techo
de las calles
y cayeron
toneladas
de gritos
y milagros
(acumulados
durante años
al limpiar
la suciedad
de las terrazas)
baldosas
que crepitan
cargadas
de esperanza
y telas
y tilas
y campanillas
y vacío,
-el precio
del comercio-
ventilando
el sudor
de las chilabas
el primer
y último
hombre,
amarrado
a la verja
para ver
sólo
la cascada
el agua
el tiempo
el devenir
que caen
muecín
marca
las horas
de creencia
como
un cuento
a ciencia
cierta
una pareja
escondida
de la tradición,
deliciosa
traición
en un rincón
y bendito
zumo
de soles
en la terraza
de las mil
naranjas
por diez
dirhams
te vendo
mis palabras,
amigo,
no es
un timo
toros
despellejados
a medianoche,
cafés
y letrinas
a moneda
por visita.
Fotografía Lolita Lagarto