El nadaísmo

El martillo pneumático


El nadaísmo es un estilo artístico que no tiene ninguna obra que lo represente. No sabemos de ningún artista que practique el nadaísmo.

Es un ismo artístico que no aparece en ninguna enciclopedia ni en ningún tratado de arte, ni siquiera en el Diccionario de los ismos (1949) de J. E. Cirlot. No es un movimiento artístico contemporáneo ni forma parte de las vanguardias del siglo XX.

El nadaísmo no persigue nada y no hace nada.

En el nadaísmo no hay conflicto entre la forma y el contenido pues aquella es inexistente y este jamás existió. No hay ningún argumento que sustente ninguna idea.

Nadie ha escrito un Manifiesto Nadaísta, nadie ha propuesto nada. No ha habido ningún encuentro o reunión de artistas nadaístas. El nadaísmo es inexistente.

En el nadaísmo no hay mentiras ni falsedades pues estas se sustentan en sustancia ética o estética. Todo es hipotético, nada es real en el nadaísmo, pero tampoco es imaginario, ilusorio o ficticio.

El nadaísmo no respeta el orden ni la proporción y tampoco deja de respetarlos. Renuncia a edificar sobre arenas movedizas.

La emoción y a la expresión no caben en la nada ni en la ausencia. El nadaísmo es nada y es ausencia.

Es el signo de los tiempos: una creatividad anulada. Nihil omnino, sólo una espera larguísima, sólo una mirada sobre las ruinas.