El escondite inglés

Trampantojos

Un: Cada vez que la profesora escribía en la pizarra me llovían gomas de borrar, bolas de papel arrugado y ceras de colores, y yo cerraba los párpados con fuerza, mejor aguantar que ser una chivata.

Dos: Ese chico me gustaba tanto, tantísimo, que cuando se acercaba a pedirme los apuntes bajaba la mirada para que no descubriese el violento deseo que se asomaba a mis pupilas.

Tres: Me fascinan y me aterran las películas de miedo, y por eso, al avecinarse el momento de máxima tensión, me tapo los ojos para cerrarle el paso a las pesadillas y su nocturna tortura.

Al escondite inglés: Hoy he decidido dejar de esconderme de mis miedos y encararme a ellos. Mi inusitada valentía les ha pillado por sorpresa y se han quedado inmóviles, petrificados en su acecho a mis inseguridades. Con una confianza recién estrenada, les doy la espalda. Debería de alegrarme de mi triunfo, pero una extraña vocecilla me susurra al oído: «One, two, three…»