El bosón de Higgs es feo

El martillo pneumático

 

La componente estética de una teoría científica es un factor que los científicos no solo aplauden, sino que la consideran indispensable para certificar la eficacia de su verdad.

En el caso del Bosón de Higgs parece que los sabios no consiguen encontrar trazas de belleza en la formulación de la teoría científica que sustenta su existencia, y ahora los científicos están preocupados, observan y dudan. Se trata de una duda estética.

En un zeptosegundo (miltrillonésima parte de un segundo), que es el tiempo de vida del maldito Bosón, se produce un problema estético que atenta contra la creencia de que la belleza y la verdad van unidas.

Busco la belleza en cada zeptosegundo, sabiendo que aquella malvada me puede fulminar. No sé si después de encontrarla puedo quedar eliminado, pues, como decía Rilke, su mirada es terrible.

Corro el riesgo y afirmo que el Bosón de Higgs es muy feo.