Me resulta difícil encontrar satisfacción en las cosas incorpóreas. Aparte del arte y de algunas especulaciones científicas, soy un escéptico en cuanto a los logros y el bienestar que pueda proporcionarnos lo intangible.
Debo reconocer, sin embargo, que a pesar de la ignorancia supina que ha recorrido la historia de Europa y a pesar de las ventosidades imperiales y del barroquismo jesuítico, ha habido algunas cosas incorpóreas que se han hecho bastante bien y que nos han dado algo de felicidad.
Cito cuatro de ellas que no son mentiras ni posverdades:
Las normas DIN
El Sistema Métrico Decimal
La contabilidad por partida doble
La Ley de Propiedad Horizontal
Esa es mi opinión.